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jueves, 28 de julio de 2011

La Codicia del Hombre

La Codicia del hombre.
                Para poder continuar con la historia las “Tierras Heladas” debemos remontarnos a la antigüedad,  cuando su nombre era Alwyn.

                Como ya os comente, Alwyn era un paraje precioso donde habitaban las criaturas en armonía con la naturaleza,  y  los dioses estaban presentes con los seres que habitaban .  Estos dioses,  cuando crearon a Alwyn, hicieron la promesa de enseñar al mundo  la magnificencia y la bondad del amor hacia sus creaciones. Y por eso, crearon los “discos de poder”. Artefactos divinos  diseñados para poder abrir “El umbral”, la puerta al reino de los dioses.

                Los discos se crearon con el propósito de que los adoradores guardaran dichos objetos sagrados como prueba del trato de los dioses con el hombre. Un trato que hacia diferenciar el creador,  del  creado.  Los humanos, elfos y demás razas que adoraban a estos,  custodiaron los discos tal como mandó el panteón de los Siete (los siete grandes Dioses). Para ello, todas las religiones: malvadas, buenas y neutrales. Crearon un orden jerárquico dentro de sus iglesias, con la intención de determinar quién era el elegido a custodiar el disco de su  Dios.  Dicho elegido, llamado “Primarca “, custodiaría hasta la muerte el disco de su dios.

                El “Primarca” era un ser  por encima de sus congéneres;  dotados de magia y fuerza para poder realizar su labor.  

                Durante años,  la jerarquía eclesiástica funcionaba como se esperaba,  respetando  el tratado con los Dioses tal como se planteó. Pero la codicia del hombre va más allá, y  eso es lo que ocurrió.

                Durante miles de años los sacerdotes tenían respuesta de sus dioses, otorgándoles los poderes divinos para la vida y la muerte; los paladines, instaurando la ley y la justicia; los magos con sus estudios de la magia que rodeaba el mundo y su utilización. En definitiva, un mundo en progreso bajo las leyes de los dioses.

                Los relatos sobre la creación del mundo y sus Dioses, fue  avanzando en la humanidad con diferentes cambios de interpretación, dando hincapié a supersticiones  y leyendas. Se dijo incluso, que si  una vez dentro en el plano de los Dioses, se tuviera la suficiente fuerza para derrotar estos, un simple humano tomaría el puesto de este.  Y esa es la leyenda que hizo que el mago “Arbastian” de la Orden Necromante,  reclutara a un grupo para la búsqueda de los “discos”.

                Crónica de los Tierras Heladas. Parte 2.
Xanagaz el no-muerto.

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